Bien dicen que la fe mueve montañas y así mueve a los peregrinos que cada año caminan hacia el santuario de la Virgen de Chapi en el distrito de Polobaya. La devoción les permite recorrer 58 kilómetros. El transcurso del camino, los ciudadanos van llenos de fe y guardan un sinfín de anécdotas. Entre ellas ver el cúmulo de estrellas en el horizonte que se une con la tierra, con la fe y el amor a la Mamita de Chapi.
Esa caminata inició la tarde de ayer sábado 29 de abril los peregrinos tomaron el camino que es muy agreste, pero con el pasar del tiempo, el personal de la municipalidad de Yarabamba mejoró la ruta que inicia desde la plaza distrital hasta el sector Hornillos donde hay señalizaciones.
En esa caminata encontramos a Dilse Tito Lino, quien desde los 12 años hace el recorrido a Chapi junto a su familia. “En la caminata compartimos nuestros sentimientos, sentimos el frío y el silencio. Al llegar a la escalerilla observamos las luces de las linternas, formando un camino de luces, en Siete Toldos encendemos las velas con fe y pedimos el perdón de nuestras culpas y nuestras peticiones a la Virgen, algo que mi madre me enseñó, ella no estará este año porque sufrió un accidente. Al llegar seguró que mis lágrimas caerán al ver a la Virgen de Chapi”.
Serán 20 serenos con ambulancias y acompañados de paramédicos que están vigilantes desde ayer hasta el 1 de mayo. Para evitar que alguien se pierda en el camino que está señalizado, hay un mapa en el mapa del recorrido.
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