Más de 1500 pobladores continúan consumiendo agua contaminada por la empresa minera Buenaventura en los centros poblados de Arcata, Chocñohuaqui y Umachulco, en el distrito de Cayarani, provincia de Condesuyos. Esta alarmante cifra y la inacción de las autoridades motivo a los dirigentes a reanudar la huelga indefinida, que comenzó el 5 de junio pasado.
El alcalde distrital de Cayarani, John Uracahua Condori, declaró que esta medida de lucha se debe a la inacción de los funcionarios del Ministerio de Energía y Minas del Perú (Minem), ya que en resumen le indicaron que no contaban con presupuesto, tiempo y logística para afrontar esta problemática.
Uracahua Condori aseguró que están cansados de la indiferencia de las autoridades pese a los informes emitidos del Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) y la Autoridad Nacional del Agua (ANA) que corroboraron la contaminación de la quebrada Huamanihuayta y el río Soro con sulfatos, aluminio, manganeso, hierro y cobalto.
Ante este panorama, junto con otros dirigentes está solicitando a la Gerencia Regional de Salud de Arequipa (Geresa) que declare la zona en emergencia ambiental y sanitaria. Al mismo tiempo, exige a la OEFA y a la ANA que notifique a la compañía para que realice el proyecto Poracota y de ese modo atienda e indemnice a las comunidades afectadas.