Un menor de tres años falleció luego de comer queso con veneno para ratas y no recibir atención médica en el centro de salud de Chala.
Según la madre del pequeño, Rosell Montoya, cuando se percató que su hijo comió el queso envenenado lo llevó inmediatamente a la posta, pero el guardia le dijo que no había atención por el cambio de turno.
"Yo miraba como las enfermeras firmaban su salida e ignoraban mis pedidos de ayuda para mi hijo. Lloré desesperada, con mi hijo entre mis brazos y su única respuesta era que estaban fuera de turno. Vi como ellas estaban paradas, me miraban y decían que espere a la doctora de turno", alegó Montoya.
Según la progenitora pasó más de media hora para que la atiendan y trasladen a su hijo a Nazca, pero en el camino falleció. Cualquier apoyo a la madre podrían hacerlo al número 919 031 406.