“Han pasado tres días desde lo sucedido. Nuestras autoridades nos olvidan no se ponen las manos al pecho, no envían maquinaria pesada. Tememos ser arrastrados por los huaicos” señaló preocupada la representante de la junta vecinal del distrito de Alca (Caylloma), Maritza Borda.
Alrededor de 1000 pobladores de Alca están en peligro de ser arrastrados por los deslizamientos, ya que todavía no ha llegado maquinaria para descolmatar el río Chococo, el cual se desbordo la mañana del martes 20 de febrero, dejando nueve viviendas inhabilitadas, sumando así un total de 30 casas afectadas por la inundación.
La subprefecta de Alca, Amparo Loayza, reveló que aproximadamente 50 personas perdieron sus vivienda y están obligados a pasar la noche en el segundo piso de la Municipalidad Distrital de Alca o en residencias de sus familiares cercanos.
NECESITAN MAQUINARIA. Aunque el Centro de Operaciones de Emergencia Regional (COER) envió 500 galones de combustible y suministros de ayuda a Alca, la empresa Tomepampa, contratada para limpiar el río Chococo, aún no ha empezado su labor. Por el momento, solo una retroexcavadora donada por la familia Atahualpa Guzmán está realizando los trabajos de mantenimiento.
Loayza asegura que la empresa Tomepampa está priorizando sus intereses económicos en lugar de ayudar a los pobladores. A pesar de enviar topógrafos, no han proporcionado la maquinaria necesaria para ayudar a la comunidad.
Tras los trabajos de limpieza en la carretera al ingreso del distrito de Tomepampa, una retroexcavadora se volcó en la vereda. Esta maquinaria fue donada por la entidad regional a la Municipalidad Provincial de La Unión y aún no fue levantada.
Actualmente, la carretera del distrito de Huaynacota es la única vía segura para los vehículos, ya que el camino a Ayahuasi está cubierta de lodo y piedras, siendo un riesgo para los pobladores que necesitan desplazarse.