El pasado 16 de marzo, la provincia de Caylloma vivió un fatídico momento ante la ocurrencia de constantes sismos que arrasaron con viviendas, cultivos y animales de los distritos de Cabanaconde, Maca, Achoma, Lari, Madrigal y el centro poblado de Pinchollo. En ese entonces, nuestras autoridades locales y nacionales prometieron ayuda para las 236 familias afectadas que lo perdieron todo, pero a la fecha no recibieron nada y viven tiempos de incertidumbre.
La jefa del Centro de Operaciones de Emergencia Regional (COER) del Gobierno Regional de Arequipa (GRA), Bárbara Cuadros, informó que hasta el momento no llegó ningún oficio a su despacho de parte del Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento (MVCS), para la implementación y entrega del mobiliario prometido o en su defecto la entrega de un subsidio económico.
“Se debió empezar a pagar o construir hace dos meses. Es un trabajo de los gobiernos locales que, según mi opinión, cumplieron en gestionar la ayuda. Hablé hace poco con el alcalde de Madrigal y me dijo que nunca les llegó nada”, sostuvo.
FALSA PROMESA. Como se recuerda, los afectados tenían que elegir entre la entrega de módulos de vivienda o 500 soles mensuales del Bono de Arrendamiento de Vivienda para Emergencias, pago que se efectuaría por dos años.
“Al parecer tiene que haber otra declaratoria de emergencia para que el Estado pueda desembolsar la ayuda que se necesita de forma urgente. Hasta ahora estas personas solo viven de lo que entregó el GRA, que fue de manera temporal”, indicó.
Se sabe que muchos cayllominos a la fecha optaron por regresar a sus viviendas afectadas por los fuertes sismos asumiendo un potencial riesgo futuro. Otro grupo sigue viviendo en las carpas del GRA, o en su defecto se trasladaron a casas de sus familiares.
“Con una nueva declaratoria de emergencia se podría usar la plata del canon minero para intervenir, ya que el gobierno regional tiene presupuesto limitado”, señaló.