El Wititi es uno de los bailes tradicionales de Arequipa más populares de esa región, que ha recibido mayores reconocimientos y forma parte de su identidad cultural, pero: ¿Qué es esta danza?, ¿En qué consiste?, ¿Qué historia se relata? Conozcamos en este artículo las respuestas a esta y otras preguntas de esta danza que hoy 7 de diciembre celebra su Día Nacional.
El Wititi es una de las danzas tradicionales más difundidas del valle del Colca, ubicado en la provincia de Caylloma. See baila en grupos de parejas durante las principales festividades religiosas de la estación lluviosa, por lo que cuenta con significados sociales y rituales vinculados al ciclo agrícola y al cortejo amoroso entre los jóvenes.
El personaje principal de la danza y a quien debe su nombre, es el wititi, varón cuya vestimenta se compone de dos faldas femeninas superpuestas, una camisa, una honda y una montera.
Se cuenta que usa prendas femeninas como una estrategia que permitía a los varones acercarse y cortejar a las jóvenes sin ser percibidos.
Otra versión relata que el uso de la falda fue una táctica de defensa ante el ataque de enemigos foráneos, por lo que la Danza del Wititi es también una representación de la fuerza y del carácter aguerrido de la población local.
En los considerandos de la resolución que declara Patrimonio Cultural de la Nación en 2008, el Instituto Nacional de Cultura (hoy Ministerio de Cultura), se cita la leyenda del origen de esta danza y que refiere que los Collaguas, ancestros de la población actual del valle del Colca, intentan evitar la conquista Inca y dado que el soberano cusqueño quería casarse con la hija del gran curaca local, él y sus huestes se disfrazaron con trajes femeninos locales para acercarse a esta mujer de la nobleza. Siguiendo esta estratagema el Inca logró no solo comprometerse con ella, sino obligar a la población a una alianza con los cusqueños.
La resolución sostiene que sería entonces rememorando la estratagema del inca que los varones usan una vestimenta especial, parcialmente femenina conformada por dos polleras bordadas al estilo regional, y ligeramente levantadas por delante, como es usual en las mujeres de la región, sujetas con alfileres andinos (tupus) . En el torso llevan una casaca o chaleco de tipo militar, sobre una camisa de manga larga.
Llevan también dos llicllas sujetas con tupus, aunque de modo muy distinto del atuendo femenino: como listones que se entrecruzan en la espalda y se pasan bajo la axila. De tal forma que estas llicllas son arregladas como sendas "bolsas" para llevar municiones (frutas verdes, semillas, cebollas). Encima de este arreglo se porta una honda, en dos vueltas horizontales sobre el pecho y la espalda, con la cual se lanzan las municiones en cierto momento de la fiesta.
Completa la vestimenta un tocado vistoso que se dice que es originalmente para protección de los proyectiles pero que también parece hecho para ocultar la identidad del usuario: se trata de una "montera" que en este caso es más bien un sombrero de ala corte, muy decorado y con flecos, más unos barboquejos que son cintas finamente tejidas que pasan por el mentón y por la boca, a veces con borlas coloridas de lana.