Las provincias de La Unión, Condesuyos, Castilla y Caylloma cuentan con 12 albergues para atender a población quechuahablantes que son de extrema pobreza y se hallan olvidados por las autoridades, señaló el subgerente de Comunidades Campesinas y Pueblos Originarios, Rolando Apaza Viveros.
Son un promedio de 500 estudiantes que habitan estos recintos que no cuentan con servicios básicos como electricidad, agua potable ni internet.
“Algunos albergues solo tienen agua entubada a manantiales”, reveló Apaza. A pesar de las carencias, los albergues funcionan con ayuda de los padres y docentes. También son apoyados por municipios rurales, pero es ínfimo, refirió.
Según Rolando Apaza, los albergues temporales datan de hace más de 10 años en estos espacios cuidan a los estudiantes rurales pues su escuela está a gran distancia, recorren tres horas para estudiar y solo llegaban a dormir.
La subgerencia, además, no puede ayudar, ya que su presupuesto anual es de S/9000.
Por ello, Apaza organiza con su personal continuas campañas como para recolectar útiles escolares que aún necesitan, si quieren donar acudir a la avenida Kennedy en la sede del Gobierno Regional y a la biblioteca de Mario Vargas Llosa a partir de las 8 horas hasta las 16 horas.