Tras tres horas de diálogo en la sede de la Presidencia del Consejo de ministros (PCM), el Gobierno y algunos gremios de transporte firmaron un acta que daba por terminado el paro nacional. Sin embargo, un amplio sector de conductores y dirigentes rechazó el acuerdo, asegurando que las firmas no representan sus verdaderas demandas frente a la inseguridad y la extorsión que azotan al sector.
El presidente de la Asociación Nacional de Conductores, Miguel Palomino, expresó su indignación al no haber sido convocado a la reunión. “Yo no estuve enterado de la reunión, cuando llego al PCM el premier ordenó que no ingrese porque afirmó que era tarde. Nosotros no levantaremos el paro”, declaró, marcando distancia con la decisión del dirigente Martín Ojeda.
El conductor de la Asociación de Transportistas del Perú, Rojer calificó el acta como una farsa. “Es una burla, las firmas no sabemos de quiénes son, el documento no tiene el logo del Congreso y las firmas son de personas que no nos representan, las desconocemos”, afirmó con frustración.
Por su parte el representante de los transportistas, César Selada, cuestionó los intereses detrás de la firma del documento. “No sé qué intereses tiene el Sr. Ojeda, porque desconoce el pedido que tenemos todos los transportistas ante la. Si los policías no pueden defendernos de la delincuencia, que los transportistas paguen su pasaje”, manifestó.
Para los transportistas inconformes, el Gobierno vuelve a mostrar su desconexión con la realidad que viven a diario los conductores, quienes denuncian extorsiones, asesinatos y una completa falta de protección. El paro, aunque oficialmente levantado, sigue latente entre quienes sienten que el Estado los ha abandonado frente a la delincuencia.
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