El portal ContraCorriente reveló un patrón de presunta poca transparencia en las contrataciones del Ministerio de Cultura (Mincul), señalando que la entidad se habría convertido en una “agencia de empleos que responde a intereses particulares o partidarios”. La denuncia surge mientras el sector atraviesa un “caos” en Cusco y la crisis sobre Machu Picchu.
En el centro de la polémica está la contratación directa de César Antonio Castro Vargas, hermano del ministro del Ambiente, Juan Carlos Castro, por S/42 000. A cambio, este último habría incorporado en su sector a Rocío Cerrón Fernández, “muy cercana al ministro de Cultura”, con un salario mensual de S/16 800. Estos presuntos favores políticos se habrían realizado “independientemente de sus cargos ministeriales”.
La investigación también alerta que el Mincul lleva al menos seis meses sin transparentar contrataciones menores a 8 UIT (S/ 42 800) en su portal oficial. Además, se reporta un incremento del 60 % en consultorías, pese a que el sector debe ejecutar un presupuesto de S/900 millones este año, cifra aún lejos de cumplir.
El ministro Fabricio Valencia ha sido criticado por su perfil de “pasivo y viajero ministro”. Hace apenas dos semanas, en medio de la “evidente crisis” de Machu Picchu, viajó a Corea a un foro de cinco días, decisión que, según la denuncia, “poco aporta para el futuro de la cultura en nuestro país”.
Otro punto cuestionado es el uso del Personal Altamente Calificado (PAC), concebido como una “planilla dorada” para atraer a los mejores profesionales. Tras una modificación en 2024, ahora es el ministro quien “dispone, identifica el puesto y luego la necesidad”, lo que amplía sus facultades en las contrataciones. Mientras tanto, el “ombligo del mundo” sigue en crisis y Valencia evita dialogar con su propia tierra natal.