En un giro político significativo, la bancada de Renovación Popular ha anunciado la presentación de una moción de censura contra el segundo vicepresidente del Congreso, Waldemar Cerrón, acusándolo de no garantizar “el respeto a la majestad de la institución del Congreso de la República”.
El hecho ocurrió durante la sesión de la Comisión Permanente del Congreso del 20 de noviembre, en la que se aprobó un informe final que recomienda la inhabilitación por 10 años de la ex primera ministra Betssy Chávez.
En esa sesión, el abogado de Chávez, Raúl Noblecilla, realizó intervenciones polémicas y fue cuestionado por su estatus profesional. Los acusantes sostienen que Cerrón permitió su participación pese a estar inhabilitado.
Según el texto de la moción, Waldemar Cerrón “no ha cautelado la imparcialidad” en la conducción de la sesión y “no ha garantizado el respeto a la majestad de la institución del Congreso de la República” al permitir que un abogado sin habilitación participara.
“No puedo permitir que venga un abogado no habilitado… a insultar, a crear el odio y a llamar prácticamente a una lucha. Eso no lo vamos a permitir”, declaró la congresista Norma Yarrow.
La moción ya cuenta con firmas de varios legisladores como Juan Carlos Lizarzaburu, Adriana Tudela y Edward Málaga, pero llama la atención que la bancada de Fuerza Popular no se haya sumado formalmente, a pesar de la disputa generada en la sesión. Mientras tanto, para su admisión se requiere al menos 20 firmas según el reglamento del Congreso.
Este episodio político refuerza la tensión legislativa en el país y pone en evidencia los desafíos de la imparcialidad en la conducción de sesiones parlamentarias.
La eventual censura de Waldemar Cerrón podría tener implicancias en la Mesa Directiva y en el equilibrio interno del Parlamento.