El presidente del Congreso y figura clave de Alianza para el Progreso (APP), Eduardo Salhuana, suma una nueva controversia a su historial. A las tres denuncias por presuntos actos de corrupción, se le suma ahora una demanda por alimentos presentada por Tatiana Espinoza Troncoso, quien aún figura legalmente como su esposa. La mujer, después de décadas de silencio, llegó a Lima para contar su historia y exigir justicia: “Estoy en Lima para aclarar que no tengo vínculo con Salhuana y que no soy testaferro de mi aún esposo”, declaró para el programa Contracorriente de Willax.
Espinoza denunció que, aunque se casaron en 1990, se separaron seis meses después por las infidelidades del parlamentario, y que desde entonces ha criado sola a su hijo, Carlos Javier Salhuana Espinoza, quien hoy tiene 35 años y vive en Canadá. Irónicamente, se trata del único hijo que el congresista ha reconocido en su declaración jurada. “El congresista Salhuana no es un buen 'Padre de la patria' porque para serlo, primero hay que ser un buen padre de familia. Con mi hijo no lo ha sido”, sentenció Tatiana.
Durante todos estos años, intentó sin éxito llevar adelante procesos legales por alimentos. Salhuana, quien también es abogado y tiene influencia en el Poder Judicial de Madre de Dios, habría usado su poder para bloquear las demandas. “Él, con sus argucias, dio pruebas de que pasaba una pensión a través de una tarjeta a nombre de mi hijo. Pero yo nunca tuve esa tarjeta”, denunció. Tatiana asegura que el congresista manipuló el sistema a su favor en al menos tres ocasiones.
Además del abandono económico y emocional, Espinoza enfrenta ahora las sospechas que la vinculan como posible testaferro en una investigación por lavado de activos. Ella lo niega categóricamente y exige una separación definitiva. “Quiero pelear mi divorcio justo, no por dinero, sino por dignidad. No tengo pretensiones políticas. Lo que quiero es justicia”, afirmó. La mujer insiste en que durante años, conseguir un abogado fue una tarea imposible debido al “miedo” que genera el poder de Salhuana en los juzgados.