“Ha vuelto el populismo, pero quienes lo ejercen son impopulares”, advirtió al analizar la coyuntura peruana. Aseguró que el Congreso lidera propuestas “absolutamente populistas y demagógicas”, comparando el control de precios con fracasos históricos que van desde el Imperio Romano hasta el primer gobierno de Alan García.
También criticó la falta de reflexión política y la búsqueda de votos fáciles: “Lo que quieren es beneficiarse, descremar los privilegios del poder. Y después de ellos, el diluvio”. Según su visión, la ciudadanía prefiere respuestas simples, aunque sean erróneas, y no escucha argumentos más complejos.
Sobre el gobierno actual, apuntó directamente a la presidenta: “La señora Boluarte, dios mío, lo que acaba de hacer con Petroperú…”. Afirmó que, pese al desastre de Pedro Castillo, aún no está claro si el país aprendió la lección frente al populismo.
En el plano electoral, sostuvo que “Keiko va a crecer”, reconociendo que la lideresa fujimorista ha aprendido de campañas anteriores, aunque “sin convertirse en una buena candidata”. Además, criticó el exceso de postulantes presidenciales y calificó la política peruana como “la guerra de los pitufos”.
Finalmente, cuestionó la fragilidad institucional: “El MEF ha vuelto a ser un poco debilón… ¿Un poco debilón? ¡Un trapo!”. Subrayó que el Congreso compra simpatías “con nuestro propio dinero” y que el país sigue atrapado entre populismo, improvisación y desconfianza ciudadana hacia sus líderes.
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