Lima. Con 73 votos a favor, 43 en contra y 6 abstenciones, el pleno del Congreso aprobó otorgar la cuestión de confianza al gabinete presidido por Alberto Otárola. Debate duró cerca de seis horas y generó una serie de cuestionamientos, sobretodo por las muertes ocurridas durante las jornadas de protesta contra el gobierno.
En medio de un encendido clima político de insultos y rugidos contra el Gobierno, los ministros de la presidenta Dina Boluarte fueron recibidos por congresistas de izquierda. Con gritos y carteles que los señalaban de protestas como “asesinos” de los fallecidos durante las últimas protestas registradas en país. Tras esto, el premier decidió retirarse y el presidente del Congreso, José Williams, decidió suspender la sesión del voto de confianza.
Al pasar varios minutos se reinició el debate, el premier Alberto Otárola Peñaranda expuso por más de dos horas las acciones que tomarán hasta que termine su mandato. Entre ellas, anunció el toque de queda en la región Puno, el apoyo a los familiares de los fallecidos durante las protestas, bono de electricidad y otros proyectos para el desarrollo del país.
CRISIS. Sin embargo, los más de 90 minutos de exposición fueron en vano, porque los congresistas -en el debate- no evaluaron las propuestas. Los padres de la patria pedían acciones frente a la crisis y a las muertes en Juliaca.
Mientras que unos continuaban con los ataques al gabinete calificándolo de asesino a gritos. Otros parlamentarios saludaban la posición del premier, apoyando su posición de culpar a la izquierda radical mencionaban y sobre todo al expresidente Pedro Castillo.
CRÍTICA. Las declaraciones del premier Otárola, quien inició diciendo que deplora la actitud contra las fuerzas del orden, ponen en peligro la democracia, según el sociólogo José Luis Ramos Salinas.
El especialista asegura que el gobierno de Dina Boluarte trata de instaurar un régimen y que tratan de culpar a fuerzas extranjeras, al igual que los congresistas.
“Dicen que el foráneo es el que mueve al pueblo. Dejan de lado lo que pide la ciudadanía porque no le importa lo que piense el pueblo (...) Se hacen los desentendidos del problema. Yo digo, si no entienden qué pide el pueblo, qué solución van a dar”, sostuvo Ramos.