La plaza San Martín fue el punto de partida de la “Marcha de la Generación Z”, convocada para el 20 y 21 de septiembre por jóvenes que rechazan la Ley N.° 32123. La norma obliga a los mayores de 18 años a afiliarse a una AFP o a la ONP, lo que encendió la protesta contra el Gobierno y el Congreso.
Durante la primera jornada, la Policía Nacional dispersó a los manifestantes con gases lacrimógenos y perdigones. Los jóvenes respondieron con piedras, palos y botellas, lo que desató disturbios que se trasladaron hasta la avenida Abancay y el Parque Universitario.
El saldo fue un escenario de caos en el centro de Lima. Separadores viales incendiados, escombros en la vía pública, pintas y destrozos en la sede del Ministerio Público marcaron la jornada. Varias lunas del edificio fiscal fueron rotas, y avenidas clave quedaron bloqueadas.
La Policía Nacional confirmó que tres de sus integrantes resultaron heridos y fueron trasladados al Hospital PNP “Luis N. Sáenz”. En paralelo, un miembro de la Brigada de Salud señaló: “Hasta ahora, de lo que nosotros hemos podido atender, han sido aproximadamente cinco heridos. Heridos de perdigón, heridos por contusión, por golpes con la vara de la policía, e incluso impactos directos de cartuchos de bombas lacrimógenas hacia el cuerpo, que está totalmente prohibido”, denunció a Exitosa.
La tensión aumentó la noche del 21, cuando más de 200 manifestantes rompieron el cordón policial frente al Ministerio Público. La Policía reforzó efectivos y respondió con gases y balines para contener la movilización, mientras ciudadanos y comerciantes de Mesa Redonda buscaban ponerse a salvo en medio del temor y los destrozos.
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