Durante una visita proselitista a Chiclayo, el candidato presidencial de Renovación Popular, Rafael López Aliaga, presentó una de sus propuestas más controversiales en materia de seguridad: implementar un sistema de interceptación de llamadas extorsivas, al que denominó “chuponeo legal”. Según explicó, esta acción permitiría identificar y capturar a los responsables de delitos como extorsión y sicariato. Para ello, aseguró contar con especialistas en inteligencia y exmilitares que participaron en las operaciones contra el terrorismo.
“Aquí no se trata de grandes batallones, se trata de grupos de élite para poder chuponear legalmente las líneas telefónicas de extorsión y sicariato, pero hay que invertir billete”, afirmó López Aliaga, cuestionando el gasto público destinado a consultorías y burocracia. El candidato sostuvo que los recursos deberían redirigirse hacia unidades tácticas especializadas, capaces de atacar de manera directa las redes criminales que operan en distintas regiones.
Como parte de su plan de gobierno, López Aliaga también anunció que buscará establecer alianzas estratégicas con El Salvador y Estados Unidos, países que —según dijo— han desarrollado modelos exitosos en la lucha contra la inseguridad. Su objetivo sería adoptar mecanismos de inteligencia y operativos policiales que permitieran replicar, en el Perú, estrategias que han mostrado resultados en contextos de alta criminalidad.
Asimismo, planteó una reestructuración en las Fuerzas Armadas para liberar más personal operativo. Propuso que las funciones administrativas sean asumidas por personal civil, lo que permitiría que mayor número de oficiales esté disponible para realizar labores en la vía pública y contribuir a enfrentar el avance de la delincuencia en el país.