Por: Dante Alva
“El pueblo y los individuos tienen derecho a recibir una imagen objetiva de la realidad mediante una información precisa y global, así como expresarse libremente a través de diversos medios de cultura y comunicación”, es una frase formulada por la Organización de las Naciones Unidas para la Ciencia y la Cultura (Unesco) que sintetiza el derecho que asiste a todos los individuos de a expresarse libremente a través de los diversos medios informativos.
Por esa y otras razones la libertad de expresión es indispensable para la construcción de la democracia. Por ello, fue importante que desde el 20 de diciembre de 1993 la asamblea general de las Organización de Naciones Unidas (ONU) proclame el 3 mayo como el Día Mundial de la Libertad de Prensa. La fecha se eligió para que coincidiera con el aniversario de la declaración de Windhoek, en la cual los representantes de medios de comunicación africanos que participaban en un seminario de la UNESCO en la capital de Namibia, elaboraron un documento de los principios de la libertad de prensa.
Este derecho se plasma en la normatividad nacional luego de la independencia de España, cuando el 13 de octubre de 1821, el generalísimo y libertador del Perú, José de San Martín, establece la libertad de imprenta, acordando que “todo individuo puede publicar libremente sus pensamientos sobre cualquier materia sin estar sujeto a una previa censura, aprobación ó revisión”. San Martín se adelantó con gran visión futurista de la defensa de la libertad de prensa.
Luego en 1945, el Congreso peruano dio una ley de prensa que atentaba contra la libertad de expresión y fue calificada “como ley de mordaza”, lo que motivó confrontaciones.
Recién desde el 28 de julio de 1980, el Perú retomó la democracia, tras doce años de una dictadura militar y contando con una nueva Constitución aprobada en 1979, uno de los primeros actos del gobierno del expresidente Fernando Belaunde Terry fue disponer que los medios de comunicación expropiados, retomen a sus dueños y se recobró el derecho de la libertad de prensa y opinión, que hasta la fecha continúa, pese a los gobiernos que intentar callar a los periodistas.