Adolfo Donayre Sarolli ingresa a la arena política. Con más de 23 años de experiencia en los sectores público, privado y la academia, el asesor de alcaldía en la Municipalidad Provincial de Arequipa, alista su postulación al Congreso. En esta entrevista, expone su visión y acciones para recuperar la credibilidad perdida en este poder del Estado.
Estamos próximos a las elecciones y está afiliado al partido Alianza Para el Progreso (APP), ¿postulará al Congreso? Fui invitado por APP, postularé como diputado. Voy con el número 2. Es una decisión muy trascendental para mí. Asumo una responsabilidad ante todos los ciudadanos de aportar mi conocimiento, experiencia y valores para el fortalecimiento del Congreso bicameral.
El 85 % de peruanos rechaza la actuación del Congreso. En este contexto, ¿por qué quiere ser diputado? Yo formo parte de ese 85 % de rechazo, soy un peruano más, descontento, decepcionado y que coincido con ese resultado. Considero que los discursos no combaten la desconfianza sino la coherencia, experiencia y conocimiento. Estamos cansados de que las decisiones sean centralistas sin mirar a las regiones y que las normas estén hechas para el papel. Arequipa debe tener una verdadera representatividad, representantes que no se oculten cuando los necesite.
Los ciudadanos sienten que el Congreso no resuelve sus problemas. ¿Qué cambiaría usted? Escuchar al ciudadano es una obligación del congresista. Mi prioridad es el cierre de brechas, que la gente tenga agua potable, luz, mejores servicios en salud y educación, que mejore su calidad de vida. La política es una herramienta que permite solucionar problemas públicos y no un privilegio de quienes la ejercen solo como poder.
La población está indignada con la corrupción ¿Qué garantía ofrece usted de ser diferente? La garantía es mi persona como ser humano, profesional y académico y el desempeño que he demostrado a lo largo de mi vida. Debemos entender que la corrupción no es un error, la corrupción es una traición al ciudadano que deposita la confianza en el político y que daña la institucionalidad.
Si tuviera que resumir su candidatura en una sola frase, ¿cuál sería? Un diputado leal, transparente y con compromiso, que trabajará por el bienestar de la gente.
¿Considera que su formación académica es relevante para legislar en el Congreso? Sí, es momento de dejar de improvisar, de legislar emitiendo normas con nombre propio o por favorecer intereses personales, debe prevalecer el interés común. Mi formación académica y experiencia profesional me permite ser más analítico respecto de los problemas, evaluar impactos y tomar decisiones con responsabilidad. El país requiere diputados conscientes de lo que firman y votan y no solo de aquellos que levantan la mano.
¿Cómo su experiencia laboral conecta con los problemas de la población? Mi desempeño en la administración pública, privada y la academia me permiten identificar la problemática del país respecto de las brechas existentes y el desequilibrio dinámico entre la oferta estatal y las necesidades de la población, donde las malas decisiones perjudican al ciudadano.
¿Cómo equilibra conocimiento y humanidad? Algunos candidatos también poseen títulos y no tiene sensibilidad social. La vida me permitió prepararme en educación superior, además de trabajar en el sector público por más de 23 años, sin embargo, no solo es experiencia sino también formación en valores que vienen desde casa, donde el compromiso, la lealtad, el trabajo y la transparencia forman parte de mi escala de valores muy bien cimentados.
¿Su experiencia laboral le permite fiscalizar mejor al Ejecutivo? Claro, la fiscalización es un pilar de la función del diputado, pero no debe ser un papel de cazador, para hacer espectáculo. La fiscalización es preventiva y no posterior. Con esta visión regularemos mejor al Ejecutivo.
¿Por qué vemos desfilar a los presidentes a la cárcel? ¡Es una vergüenza como país! ¿Hasta cuándo? me pregunto. Con fiscalización preventiva podemos reducir los índices de corrupción que nos hacen avergonzar de la clase política. Debemos decir: ¡Basta!
¿Está de acuerdo con tener un Congreso bicameral? Se legislará mejor con visión de país y fiscalizará mejor. Arequipa requiere atención, una representación congresal para su desarrollo. En estos últimos cinco años, me pregunto: ¿En qué mejoró Arequipa como región? Todas estas carencias se dan porque no tenemos representatividad real en el Congreso.
¿Qué mensaje le da a los profesionales y trabajadores que sienten que el Congreso no los representa? Les digo que el esfuerzo y la preparación deben tener voz en el Estado. El Congreso necesita de gente que haya trabajado, que se haya formado y que sepa lo que cuesta ganarse el pan. Mi candidatura es una invitación a que el mérito, la honestidad y el trabajo vuelvan a ser valores públicos. Me siento en la capacidad de aportar a mi país, a Arequipa, desde el Congreso para escuchar, para proponer, para legislar, pero también para fiscalizar.