El partido Juntos por el Perú presentó una lista congresal fuertemente vinculada al entorno del expresidente Pedro Castillo, condenado a 11 años y cinco meses de prisión por el delito de conspiración tras el intento de golpe de Estado del 7 de diciembre de 2022. La nómina incluye a familiares, exfuncionarios y defensores políticos del exmandatario, consolidando una estrategia que busca capitalizar su figura de cara a los comicios generales.
Inicialmente, la agrupación —liderada por el congresista Roberto Sánchez— evaluó postular al propio Castillo al senado por distrito único, opción que quedó descartada tras la sentencia judicial. No obstante, el partido optó por mantener una línea abiertamente afín al exgobernante, incorporando a varios de sus allegados en posiciones clave de las listas parlamentarias.
Entre los nombres más resaltantes figuran Irma Castillo Terrones, hermana del exmandatario, quien postula al Congreso por Lima, y José Castillo Terrones, otro de sus hermanos, ubicado en la lista al senado. También aparecen Yenifer Paredes, cuñada de Castillo, y Cledin Vásquez Castillo, su sobrino, ambos aspirantes a una curul por distintas regiones. A ellos se suma Zaira Arias, exmilitante de Perú Libre, vinculada políticamente al entorno castillista.
La lista también incluye a figuras de mayor peso político. Destaca el exministro de Defensa Walter Ayala, abogado personal de Castillo, quien encabeza la candidatura al Senado por Lima Metropolitana. Asimismo, figuran los congresistas Silvana Robles, Jaime Quito y Pasión Dávila, además de los exministros Anahí Durand, Hernando Cevallos e Iber Maraví, este último recordado por las controversias que rodearon su gestión en el Ministerio de Trabajo.
La conformación de estas listas ha generado críticas por parte de diversos sectores, que advierten una estrategia para mantener influencia política pese a la condena del exmandatario. Con este movimiento, Juntos por el Perú apuesta por capitalizar la narrativa de persecución política y movilizar a un electorado afín, en un escenario electoral marcado por la fragmentación y la polarización.