El gobierno peruano, encabezado por la presidenta Dina Boluarte, rechazó el paro de transportistas convocado para hoy 6 de febrero, calificándolo como una acción impulsada por organizaciones ilegales con fines políticos.
Los ministros Gustavo Adrianzén, Raúl Pérez Reyes y Juan José Santiváñez minimizaron las preocupaciones sobre la creciente inseguridad y las extorsiones que afectan al gremio, argumentando que la paralización no contribuye a la solución y que los líderes de la protesta tienen motivaciones políticas, incluso con historial como candidatos al Congreso.
Se acusó a los organizadores de utilizar la inseguridad como pretexto para promover una agenda política.
A pesar de reconocer el derecho a la protesta, el gobierno enfatizó que no tolerará actos de vandalismo ni afectaciones al orden público.
Finalmente, el gobierno instó a la ciudadanía a no ceder al temor y a no participar en la paralización, destacando que los gremios formales no se han sumado a la movilización.