El Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) decretó la reorganización de la Autoridad Nacional del Agua (ANA), luego de detectar posibles actos de corrupción y una excesiva burocratización en perjuicio de la ejecución de inversiones planificadas.
El decreto supremo N.º 013-2024-MIDAGRI asegura que se evidenció una serie de debilidades a nivel organizacional, de gestión y de ejecución en la ANA.
No es la primera vez que el ANA está en el ojo de la tormenta, pues ya antes la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) recibió a bien una propuesta desde el sector privado para fusionarlo con Sernamp, Senace y Serfor, a efectos de agilizar los permisos y destrabar la economía. No llegó a buen puerto.
“Las debilidades impactan en el cumplimiento de los objetivos de la Política Nacional Agraria, el rol rector de la ANA como autoridad técnico normativa del Sistema Nacional de Gestión de los Recursos Hídricos, los procesos de atención, de pedidos de opinión y de procedimientos administrativos, que inciden directamente en las inversiones y actividades de otros organismos públicos y privados; entre otros aspectos, por lo que resulta necesario optimizar la organización de la entidad”, señala el documento.
Pero el tema no queda ahí. Según el decreto, se busca tomar acciones urgentes luego de detectar no solo presuntos actos de corrupción, sino también la necesidad de mejorar la “ejecución de las inversiones planificadas, la calidad de la infraestructura y las deficiencias observadas en los órganos desconcentrados”.
“Además, se requiere fortalecer las acciones de coordinación y articulación entre las Autoridades Administrativas del Agua - AAA y las Autoridades Locales de Agua - ALA, así como las secretarías técnicas de los Consejos de Recursos Hídricos de Cuenca - CRHC”, agrega Midagri.