El congresista no agrupado Edward Málaga generó polémica al afirmar que sus excompañeras de bancada, Flor Pablo y Susel Paredes, “no darían tranquilidad, sino que más bien se incendia el país”. La declaración surgió al ser consultado sobre la posibilidad de que ambas legisladoras asuman un rol protagónico en la actual coyuntura política.
“Fueron mis compañeros, es cierto, pero estoy completamente en desacuerdo. Quiero decir que había antes que Jerí otra opción que hubiera sido factible”, sostuvo Málaga, aludiendo al congresista Roberto Chiabra como una figura de mayor consenso.
El parlamentario explicó que, durante las conversaciones en el hemiciclo, Chiabra fue uno de los nombres con menos rechazo. “El que más consenso tenía era Chiabra. Y tenía además el plus de ser una persona con experiencia militar y liderazgo, con las cosas que se necesitan en este momento”, añadió, destacando que hubiera sido una alternativa más aceptada que José Jerí.
En ese sentido, Málaga reiteró su desacuerdo con la elección del actual mandatario y planteó su salida. “A mí no me parece correcto que el señor Jerí siga en la presidencia del Congreso… creo que la ciudadanía debe expresarse, probablemente saliendo a marchar pacíficamente”, señaló, considerando que las protestas sociales y los paros de transportistas podrían impulsar su renuncia.
El legislador enfatizó que su posición no responde a intereses partidarios. “No apoyo a quienes dicen que la izquierda debe volver, ni al antifujimorismo o anticaviarismo radical. Tiene que ser una figura de consenso”, puntualizó, subrayando su rechazo a extremos políticos.
Por su parte, recordó que José Jerí inició su trayectoria en el Congreso tras la vacancia de Martín Vizcarra en 2020, y que su ascenso político estuvo marcado por su imagen moderada y su búsqueda de acuerdos. Sin embargo, señaló que hoy el país necesita una figura “con verdadera legitimidad ciudadana”.
Con su pronunciamiento, Málaga se suma a las voces críticas que cuestionan la gestión del actual presidente, a quien considera una figura transitoria en un contexto donde el Perú demanda estabilidad, representatividad y consenso político.