Carlos Espá, quien alcanzó el 2 % de apoyo en la última encuesta de Ipsos, asegura que recibe los resultados “con bastante optimismo” y que su candidatura avanza “paso a paso”. “Si queremos ser un presidente austero, tenemos que ser un candidato austero. Si queremos ser un presidente honesto, tenemos que ser un candidato honesto”, afirmó al remarcar que su recorrido por las provincias refleja un compromiso con un cambio real.
El aspirante presidencial plantea una transformación profunda en la estructura del Estado. “Vamos a reducir las tasas de los impuestos y eliminar 35 impuestos antitécnicos. Vamos a secar el pozo de la corrupción”, anunció. Criticó que instituciones como Indecopi y la Sunat “castigan al pequeño empresario” y “ahogan al comerciante y al trabajador honesto”, lo que —según él— impide el crecimiento económico y alimenta la informalidad.
Espá sostuvo que el Perú vive una contradicción entre abundancia y estancamiento. “Nunca ha habido tanta plata como ahora en la historia del Perú, pero lo único que crece es la burocracia, los privilegios y la corrupción”, enfatizó. Agregó que detrás de todos los problemas del país, incluida la inseguridad ciudadana, se encuentra la corrupción y reclamó una política firme contra los cabecillas de las redes criminales.
“El Estado es duro con el que trabaja y es muy blando y suavecito con las organizaciones criminales”, sentenció. Para Espá, revertir esta realidad implica aplicar “mano blanda al trabajador honesto” y “mano dura al cabecilla”. Además, afirmó que “los jóvenes van a decidir las elecciones”, resaltando que su generación representa la esperanza de un país más justo y libre de corrupción.
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