La toma de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos llegó a su fin este sábado luego de una mesa de diálogo entre los estudiantes en protesta y las autoridades de la institución. La reunión fue mediada por la Defensoría del Pueblo y contó con la participación de consejeros universitarios y la comisión transitoria de la Federación Universitaria de San Marcos (FUSM), organización que lideró la medida.
Entre los acuerdos alcanzados destacan la anulación del cobro de matrícula para una segunda carrera, el incremento de raciones en el comedor universitario y la ampliación de horarios del servicio alimentario. Además, se pactó el desistimiento o archivamiento de procesos penales y administrativos contra dirigentes estudiantiles y otros alumnos involucrados en las protestas.
“Destacamos dicho logro gracias a la voluntad de estudiantes, docentes y autoridades, por su predisposición al diálogo como el mejor mecanismo alternativo para la resolución de conflictos y el fortalecimiento de la institucionalidad de la Decana de América”, subrayó la Defensoría del Pueblo tras el encuentro.
Sin embargo, el proceso no estuvo exento de cuestionamientos. Algunos consejeros universitarios denunciaron que las manifestaciones habrían tenido un trasfondo político y no estudiantil. “Muchos padres de familia que vienen de provincia gastaron pasaje, movilidad y alojamiento por culpa de estas medidas que simplemente buscan intereses políticos, porque acá no hay interés estudiantil”, sostuvo uno de ellos, al recordar que el examen de admisión 2026-I fue suspendido.
La protesta inició el miércoles, cuando un grupo de encapuchados ingresó por la fuerza al campus principal, enfrentándose al personal de seguridad y desplegando pancartas en rechazo a las autoridades. Tras días de tensión, clases y evaluaciones quedaron paralizadas hasta la instalación de la mesa de diálogo que finalmente destrabó la crisis universitaria.
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