En diciembre de 1983 el Perú vivía los estragos del Fenómeno El Niño, uno de los más devastadores de la historia que dejó más de 1.3 millones de damnificados y cuantiosos daños materiales, el terrorismo comenzaba su etapa más sanguinaria y la economía de los peruanos se hallaba en crisis por la escasez de productos y una creciente inflación. Un panorama sombrío.
Sin embargo, aquella mañana del 9 de diciembre de 1983 una noticia alegró el corazón de los peruanos y fue un bálsamo para el país. La Unesco declaraba a Machu Picchu Patrimonio Cultural de la Humanidad y la ubicó entre los lugares de trascendencia natural o cultural para la herencia en común de la humanidad.
Con esta distinción el mundo se rendía ante la majestuosidad de nuestro ícono turístico, su maravillosa arquitectura y el mejor testimonio de la grandeza de la cultura Inca. El Santuario pasó de ser un lugar que era apenas visitado por algunos viajeros aventureros a ser con el tiempo una de las siete maravillas del mundo moderno y principal referente turístico mundial.
En su descripción, la Unesco destaca que la ciudad se ubica en un paraje de gran belleza, en medio de un bosque tropical de montaña.
Resalta, asimismo, que el Santuario de Machu Picchu fue probablemente la realización arquitectónica más asombrosa del Imperio Inca en su apogeo. Sus murallas, terrazas y rampas gigantescas dan la impresión de haber sido esculpidas en las escarpaduras de la roca, como si formaran parte de ésta. El marco natural, situado en la vertiente oriental de los Andes, forma parte de la cuenca superior del Amazonas, que posee una flora y fauna muy variadas.
Entre los criterios que cita la Unesco para nombrarlo Patrimonio de la Humanidad que cita el artículo de National Geographic: "Lugares Patrimonio de la Humanidad: Machu Picchu" tiene especial importancia esta frase: "Representa una obra maestra del genio creativo del ser humano".
Asimismo, indica que "Proporciona un testimonio único o al menos excepcional de una tradición cultural o una civilización viviente o que ha desaparecido".
La Unesco menciona, además, que el Santuario contiene fenómenos naturales importantes o zonas de belleza natural e importancia estética excepcionales.
"Es un ejemplo destacado que representa procesos ecológicos y biológicos en la evolución y el desarrollo de ecosistemas terrestres, de agua dulce, costeros y marinos, y de comunidades de plantas y animales", subraya.
Menciona también que Machu Picchu es uno de los puntos clave de la arqueología mundial.
En ese sentido, subraya que "Machu Picchu es una prueba tangible del máximo esplendor del Imperio inca y un logro de la tecnología, pues la ciudadela de piedra está construida sin mortero, de tal manera que a día de hoy, las grietas de las juntas no pueden ser penetradas por un cuchillo".