La noche del último martes 7 de enero, Saúl Limache Avendaño, integrante del Regimiento de Caballería n.º 9 de Pomata, perteneciente al Ejército del Perú, perdió la vida en el hospital de Essalud Salcedo de Puno.
La familia del militar, en medio del dolor, aseguró que el fallecido sufrió maltratos. Su madre Maximiliana Avendaño Quispe exigió una profunda investigación, pues su hijo no tenía antecedentes médicos para vincularlos con su muerte. “Mi hijo ingresó a servir a la patria, no para ser asesinado cruelmente al interior de un cuartel. Gato (apodo de Saúl Limache) era un joven cariñoso, muy amable, quien colaboraba para sustentar la economía de mi familia. Mi situación es bastante precaria, soy pobre del campo”, dijo entre lágrimas.
EJÉRCITO. Mediante un comunicado, la Cuarta Brigada de Montaña del Ejército, con sede en Puno, anunció una exhaustiva investigación. “Este comando ha dispuesto que el sistema de Inspectoría realice las investigaciones administrativas correspondientes”, señaló el Ejército al tiempo de referir que el efectivo muerto tenía un “trastorno sensorial de etiología (desorden en los sentidos)”.