“Nunca pidas nada a cambio para que no piensen que mi deber tuvo un precio”, decía el coronel Francisco Bolognesi en una de las últimas cartas dirigidas a su esposa Josefa de la Fuente antes de la batalla de Arica (7 de junio de 1880). El valiente militar era consciente de lo que venía para él y sus tropas cuando el enemigo los eliminó.
“Arica no se rinde y peleará hasta el sacrificio”, le decía en uno de los telegramas dirigidos a la guarnición ubicada en Arequipa y que bien podía reforzar a las reducidas fuerzas acantonadas en Arica.
Lamentablemente la ayuda nunca llegó. Junto a Bolognesi Cervantes cayeron en el campo de batalla oficiales que siguieron el ejemplo de valentía de su líder. El coronel Alfonso Ugarte, que equipó un batallón con su propio dinero, eligió lanzarse por el morro de Arica para evitar que el enemigo le arrebate el pabellón nacional.
También se tenía al oficial Juan Guillermo More, quien vivía una tormenta en su interior por haber perdido para el Perú al barco “Independencia” en el combate de Iquique. Cayó en la batalla de Arica, pero recuperó el honor esquivo durante la guerra.
Finalmente, el coronel Justo Arias Aragüez dio otro ejemplo de heroísmo. Viendo sus años, las fuerzas chilenas le ofrecieron la chance de rendirse. “No me rindo car...jo ¡Viva el Perú”, fueron sus últimas palabras antes de caer abatido por el enemigo. Ellos junto a miles de valerosos peruanos fueron nuestros héroes y como tal merecen ser recordados este 7 de junio. Hoy es el Día de la Bandera, gracias a su sacrificio.