Alrededor de 50 migrantes indocumentados de diversas nacionalidades protagonizaron un tenso episodio, este lunes 1 de diciembre, tras abandonar sorpresivamente la Línea de la Concordia, frontera entre Perú y Chile, para caminar hasta el complejo fronterizo Santa Rosa, en la región Tacna. Según los primeros reportes, el desplazamiento tomó por sorpresa a los pocos efectivos policiales presentes, quienes no lograron contener el avance del grupo que exigía ingresar al territorio peruano.
Los migrantes avanzaron por la carretera bajo una fuerte ola de calor, entre ellos, una mujer con un niño en brazos, quien lideraba el grupo y pedía insistentemente que se les permitiera continuar su viaje “hasta su destino final”. El ingreso forzado generó tensión inmediata entre los presentes, incluyendo comerciantes y transportistas que se encontraban en la zona fronteriza.
ENFRENTAMIENTOS. A pesar de los intentos de la Policía por dialogar y persuadirlos para que regresen a la línea limítrofe —donde permanecían desde hace varios días a la espera de una solución—, el grupo se mantuvo firme.
La irrupción provocó momentos de desorden, gritos y empujones en el complejo Santa Rosa, obligando a las autoridades a reforzar el operativo de control. Algunos migrantes denunciaban condiciones precarias en la línea fronteriza, mientras que otros insistían en que su objetivo era cruzar para seguir camino hacia otros países.
Durante la tarde de este lunes, la Policía Nacional del Perú incrementó su presencia para restablecer el orden y evitar el ingreso de más personas indocumentadas. De igual manera, retiraron a los foráneos que habían ingresado previamente.
.jpg)
.jpg)
.jpg)
