En esta oportunidad, entrevistamos a Ysabel Rodríguez Abarca, también conocida como ‘Otawanta’, quien es una de las mediadoras de lectura más destacada de la Ciudad Blanca. Desde hace más de 20 años que realiza esta labor y actualmente busca promover una biblioteca itinerante que ya ganó los fondos concursables de la Municipalidad Provincial de Arequipa (MPA).
¿Cómo nace el proyecto de la biblioteca itinerante? Sobre la biblioteca ha sido financiada por la MPA, gracias a los fondos concursables. Este nació de una inquietud, ya que trabajo normalmente con niños. En cierto punto, leí una frase que decía que “la lectura es un derecho de todos”. Con esta biblioteca buscamos darle esto a los públicos que se encuentren en estados de vulnerabilidad, los cuales no son tan apoyados.
¿Cuáles son tus metas con este proyecto? A pesar de que lo veo como un sueño, buscamos propiciar las primeras propuestas lectoras a diversos públicos. Buscamos variar tanto las propuestas como el formato para dar un buen servicio. Anteriormente, la biblioteca era autofinanciada por mi persona y la organización (Aleergrate). Hemos tenido títulos de editoriales peruanas y extranjeras porque quisimos darle un contenido variado y de calidad.
¿Cuál es la necesidad de una biblioteca itinerante? Sirve a los espacios que voy, ya que -como dije anteriormente- esta biblioteca va a ciudadanos sin acceso a bibliotecas físicas, que solo conocen de las donaciones. Estos no tienen acceso a internet. Con nuestro proyecto buscamos dar estas primeras experiencias lectoras.
¿Por qué se habla ahora de mediación lectora y no que el lector elija su propio libro? La mediación lectora es una propuesta nueva en el Perú, a pesar de que es muy conocida en otros país. Acá, ni el libro ni el mediador toman protagonismo, este es del lector. Anteriormente, se desarrollaron programas como los cuentacuentos, las presentaciones de títeres, etc., en las que se daban conversaciones superfluas. Sin embargo, con la mediación buscamos tener un trato más directo.
¿Cuál es la meta que se espera con esta biblioteca itinerante? ¿Cuántos son los libros que tienen? Este proyecto se financió hasta diciembre del 2022. Sin embargo, consideramos extendernos a enero y febrero para visitar más instituciones. Hemos ido a más espacios como el hospital Goyeneche, por medio de un programa que protege a enfermos con VIH; un centro de rehabilitación, etc. Sin embargo, esperamos llegar a más lugares para dar más experiencias. Inicialmente, la colección albergaba 200 libros, pero gracias a la financiación hay 50 libros más. De todos modos, estamos buscando más opciones para obtener más ejemplares.
¿Cuál ha sido la experiencia que más te marcó? Las experiencias han sido maravillosas. Lo que más me gustó fueron las oportunidades de los lectores para leer. Los ciudadanos están limitados a ciertas normas o parámetros, y cuando entra alguien a ofrecer un servicio de lectura, les genera interés. He quedado fascinada con muchos lectores, porque al principio solo se quería dar los libros durante un día y después irnos; pero por la insistencia de algunos, empezamos a dejarla por un tiempo determinado en algunas de las instituciones que hemos visitado.
¿Tienes una reflexión final sobre lo que se tocó? Tras todo lo que se ha dicho, solo pedir al gobierno y a las empresas que piensen en estos proyectos. No solo en mí, sino que también en Legere Club, Una chica común que lee, la Bibliobici de Arequipa, entre otros proyectos que se dedican a la mediación lectora.