Molina Oviedo falleció en Huarmey y su deseo final era ser sepultado en su tierra natal, Camaná. Pero el bloqueo en la vía, producto del paro de mineros informales, detuvo la carroza fúnebre junto a decenas de vehículos.
En un gesto doloroso y de verdadero cariño, sus amigos tomaron el ataúd en hombros y caminaron varios kilómetros, hasta cruzar el puente de Ocoña, con el fin de cumplir la última voluntad de Camanejo: llegar a Samuel Pastor - La Herradura, para despedirlo como lo quería.
Este acto ha causado indignación general. Usuarios cuestionan cómo una protesta puede vulnerar incluso el paso de servicios funerarios, mostrando un límite intolerable.
El bloqueo ya completa varios días, mantiene varados a cientos de pasajeros, buses interprovinciales, camiones de carga, y ha paralizado el tránsito en gran parte del sur.
La situación en Ocoña es crítica. La vía sigue cerrada bajo control de los mineros informales, quienes exigen la ampliación del proceso de formalización minera (Reinfo), y señalaron que no ofrecerán otra tregua hasta pasadas las celebraciones de Año Nuevo.
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