“¡Goooool!” gritaba Cliver Huamán, desde el cerro Puruchuco, observando a la distancia el partido entre Flamengo y Palmeiras. Era la final de la Copa Libertadores, para la que había viajado 18 horas desde Andahuaylas, solo con la ilusión de narrar ese encuentro.
Sin embargo, al no tener acreditación, y por solo tener 15 años, se le cerraron las puertas del estadio Monumental. Una situación que la mayoría daría por perdida, se convirtió en un reto. “Pol Deportes” había llegado a Lima con un objetivo, y no iba a irse hasta cumplirlo.
Junto a su hermano, subió a la punta del cerro, y con un equipo de un celular, un aro de luz y un trípode, abrió su canal de TikTok, y empezó a hacer lo que mejor sabía: narrar.
Lo que él no sabía, era que en ese momento su vida daría un giro de 180 grados. Miles de espectadores se quedaron en esa transmisión que mostraba el estadio a lo lejos, a una altura particular, con la voz de un adolescente en el fondo, describiendo el partido lleno de pasión.
Pronto, el en vivo se hizo viral y el nombre de “Pol Deportes” pasó a ser conocido por el Perú y el mundo entero.
Desde aquel 29 de noviembre, han pasado 11 días llenos de nuevas experiencias para Cliver.
Aquel pequeño que imitaba a los comentaristas que oía en la radio mientras ayudaba en las parcelas de su familia, ahora había hecho su debut formal en televisión nacional. Esto ocurrió cuando fue invitado, el 2 de diciembre, a narrar un partido de primera división por el canal de L1MAX.
Su estilo, cargado de humildad, emoción y autenticidad, conquistó a miles, entre ellos, figuras del periodismo deportivo que lo elogiaron públicamente.
Su padre, Victoriano, quien participaba en radios locales, había sido su inspiración, por la que a sus 12 años empezaba a narrar campeonatos menores.
Luego de tres años de constancia y esfuerzo, pudo alcanzar su sueño de narrar un partido de la UEFA Champions League, invitado a España por el programa Radio Marca.
“Eres un fenómeno, tío, un fenómeno grande” le decían los periodistas de la radio, tras oírlo narrar un fragmento en quechua, la lengua de su madre. Ahora, “Pol Deportes” vive el sueño que nunca dejó de perseguir, solo depende él llegar más lejos con el equipo más importante que pudo acompañarlo: su familia y el gol más emocionante: alegrar la vida de millones de personas alrededor del mundo.
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