Venezuela se convirtió en un polvorín en las últimas horas. Los resultados electorales que daban como ganador, por ajustado margen, a Nicolás Maduro, no han dejado a la población satisfecha. Por el contrario el sentimiento de indignación crece ante lo que, desde la comunidad internacional, se denomina como un fraude electoral.
Esta indignación se ha trasladado a las calles con la presencia de miles de venezolanos en las principales ciudades. Ellos reclaman al actual gobierno por la situación de crisis que cada vez se ve agravada en mayor medida.
Si analizamos la respuesta represiva que tuvo el Gobierno venezolano, pues tendremos que existe muy poca credibilidad de las instituciones en el país llanero. Lo lamentable es que ya se habla de pérdidas humanas y no hay una solución a la vista.
Desde la oposición también manejan cifras importantes que dan como ganador al candidato Edmundo González. Al parecer, si evaluamos estas cifras más los reportes a boca de urna, pues tendremos que en verdad ya se había dado un cambio en el timón gubernamental de Venezuela. De ser así estaríamos ante un fraude de proporciones escandalosas que se ve complementado con la indignación de la ciudadanía frente a una injusticia monumental.
Veremos cómo transcurren los acontecimientos en las próximas horas. Por el momento es lamanetable que hayan venezolanos asesinados por pedir democracia. La situación apunta a un panorama más oscuro pues las protestas no cesan, los reportes siguen dando como ganador a Nicolás Maduro y las denuncias de fraude continúan. Se trata de un listado lamentable en un país que cada vez se ve más afectado por la crisis. En los 2000 ocurrió algo similar en Perú, el gobierno fujimorista de entonces, felizmente decidió dar un paso al costado y hubo nuevas elecciones.