Los caviares y grupos de izquierda desesperadamente desean vacar a la presidenta Dina Boluarte, con todo tipo de acusaciones, que van desde los relojes Rolex hasta la rinoplastia a la que se sometió recientemente, donde supuestamente los acusadores dicen que hubo un vacío de poder mientras se operaba y en su post operación.
Resulta curioso saber que los mismos que apoyaron a que gane las elecciones la dupla Pedro Castillo-Dina Boluarte, son los que está promoviendo su vacancia, desde que ella llegó a la presidencia, hace dos años.
A razón de este odio a Dina Boluarte es que ella no los ha llamado para que ocupen cargos ministeriales o cargos de confianza en el aparato estatal. Se quedaron sin trabajo. Como siempre han vivido de la mamadera estatal, no han podido conseguir un trabajo en el sector privado, porque no califican o no están acostumbrados a rendir bajo el cumplimiento de metas. Tampoco se encaminaron por un emprendimiento de pequeña empresa.
Otra de las razones para vacarla es que desean poner un Sagasti 2.0, como fue en el golpe de Estado contra Manuel Merino, quien duró en la presidencia apenas cinco días y tuvo que renunciar por las protestas que dejaron dos muertos y por la renuncia de sus ministros, que fueron presionados a dimitir, dejándolo solo a Merino, en un episodio que es una vergüenza nacional.
Finalmente, los vacadores están contra el tiempo. Según el expresidente del Tribunal Constitucional, Dr. Ernesto Álvarez Miranda, sólo les queda “cinco meses” o sea hasta mayo del 2025 para vacar a la presidente, porque esa fecha debe convocar a elecciones generales.
Ya se fijó fecha para las elecciones generales: éstas se realizarán el domingo 12 de abril de 2026, donde se elegirá al presidente de la República, a dos vicepresidentes, 190 congresistas de la República (60 senadores y 130 diputados ) y cinco parlamentarios andinos para el período gubernamental 2026-2031. De acuerdo con la ley electoral, la convocatoria debe ser 290 días antes de las elecciones, o sea en junio próximo.
Definitivamente se nos avecina días de mucha turbulencia política, donde la presidenta (que no es santa de mi devoción) tendrá que capear este temporal; sin duda caerá en errores como ya ocurrió en el pasado, producto de que no cuenta con buenos asesores o no le gusta escuchar los consejos, imponiendo su terquedad.
En el hipotético escenario que sea vacada, el remedio será peor que la enfermedad. En el Congreso se designará a un presidente de la república encargado. No hay muchos calificados para ocupar este cargo. Los caviares proponen a las congresistas Flor Polo y Susel Paredes.
Dios mio, qué estaremos pagando por tener un Congreso de esa magnitud, no creo que nos merecemos este castigo. Para las elecciones del 2026, escojamos lo mejor y dejen los odios; busquemos la reconciliación entre peruanos, por el bien del país.