Se cumplen 198 años de la gesta que significó el corolario para la independencia, no solo del Perú, sino de toda América del Sur. El 9 de diciembre de 1824, la pampa de la Quinua, en Ayacucho, fue testigo del triunfo del ejército unido por la causa independentista frente a las fuerzas realistas.
En aquel hecho participaron soldados de prácticamente todos los países que durante la última década habían combatido por su independencia. Argentinos, chilenos, bolivianos, ecuatorianos, colombianos, venezolanos, entre otros, provenientes de las corrientes libertadoras vencieron y consolidaron la causa por la que lucharon tantos años.
En la previa de la batalla se recuerdan frases como la del mariscal Antonio José de Sucre: “Soldados, de los esfuerzos de hoy depende la suerte de América del Sur, otro día de gloria coronará vuestra admirable constancia”. Luego se tuvo la intervención del general José María Córdova: “Armas a discreción, paso de vencedores”.
Estas palabras resuenan más que nunca en nuestra historia republicana. Los esfuerzos de hoy recaen en todos los peruanos para sacar adelante a nuestro país. La admirable constancia será el empeño que le pongamos para lograr que nuestros proyectos se concreten. Las armas a discreción serán nuestros valores para mantener una línea de respeto mutuo con nuestro prójimo y el paso de vencedores que se logrará cuando todos apoyemos la unidad para levantar al Perú de la crisis.
Tras una semana muy tormentosa para nuestra vida política, nos alistamos para un nuevo día en el cual deberemos salir adelante por nuestros seres queridos. El mensaje de unidad debe mantenerse presente de forma que logremos el desarrollo para la sociedad. Ahora contamos con cambios entre nuestros gobernantes y por ello se necesita el apoyo de todos para que las cosas vayan mejorando por el bien del Perú.
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