En medio del ruido político que acompaña el cierre de la primera legislatura y de una nueva crisis que, como tantas otras, se instala sin anuncio previo, el fin de semana extendido ofrece un raro respiro. Basta un mínimo de silencio para recordar la sentencia de Jorge Basadre según la cual “el Perú es más grande que sus problemas”. Volver a ella no es un ejercicio nostálgico, sino un acto de higiene mental: mirar hacia atrás para entender que incluso en los ciclos más opacos del presente se abren caminos que apuntan hacia algo mejor.
Ese giro hacia lo posible lo ofrece, esta vez, la aparición de un libro dedicado al origen remoto del Tawantinsuyo, un origen marcado por la guerra pero también por la construcción de un proyecto político que llegó a organizar a vastas sociedades andinas. La importancia de la obra no reside solo en el tema, que refresca conocimientos dispersos sobre nuestras raíces, sino en la constatación de que, más allá de las rutinas cleptocráticas del Congreso, existen personas e instituciones que ponen recursos y talento al servicio de una conciencia nacional más exigente.
No proviene esta iniciativa del sector público ni de ninguna universidad, sino de Ernst & Young (EY), una de las firmas globales de servicios profesionales más importantes. En el Perú está dirigida por Paulo Pantigoso Velloso da Silveira, quien lidera a más de 2,500 profesionales y 120 socios y directores. Desde hace años, la empresa sostiene que el pasado inspira el futuro y, coherente con esa idea, ha publicado más de veinte libros sobre historia y cultura peruana, todos disponibles en formato digital y de libre descarga.
Su entrega más reciente es el trabajo del periodista Enrique Zavala Concha, Nace un imperio: la historia de los incas contra los chancas. Zavala, autor de cinco libros y especializado en reportajes de largo aliento, reconstruye el conflicto que precedió al surgimiento de Pachacútec. Lo hace a partir de crónicas tempranas, estudios históricos y hallazgos arqueológicos, tras largas visitas a los escenarios que describe. El resultado es un relato de veintiún capítulos que se ciñe a los testimonios más antiguos sin perder de vista la distancia inevitable entre mito y realidad.
En la presentación de la obra, Paulo Pantigoso recuerda que la historia del imperio incaico fue narrada por cronistas españoles que recogieron voces, cantares y memorias cuyos contornos se movían entre lo legendario y lo verídico. La ausencia de escritura en el mundo andino dejó grandes episodios —como la guerra entre incas y chancas— expuestos a esa incertidumbre. Sin embargo, fue precisamente ese conflicto el que abrió paso a la figura de Pachacútec y al inicio de la etapa imperial que marcaría la historia de los Andes.
En tiempos en que el país parece empeñado en tropezar con sus propias instituciones, resulta alentador constatar que aún se apuestan recursos por el conocimiento y por el legado. Quienes deseen revisar el texto pueden acceder a él en la página de EY Perú (https://www.ey.com/es_pe/insights/growth/la-historia-en-ey/nace-imperio-historia-incas-contra-chancas).
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