Ha transcurrido un mes desde que el entonces presidente Pedro Castillo decidió cerrar el Congreso. A las pocas horas fue vacado y en su lugar asumió la vicepresidenta Dina Boluarte con quien nos hemos quedado durante este tiempo. Ahora queda ver cuál es el balance de los primeros treinta días de gobierno de la primera presidenta en la historia del Perú.
En el aspecto económico todavía no se ve algún avance en los procesos de reactivación. El panorama es similar y si tuvo algún repunte, este se debió a las fiestas de Fin de Año y a la vez opacado por las manifestaciones.
Si vemos el sector salud, la pandemia sigue avanzando incontenible sin alguna solución a la vista. Se está trabajando con las vacunas bivalentes y la campaña de vacunación. Sin embargo, esto resulta insuficiente porque la quinta ola permanece en el país.
Por el aspecto político no tenemos mayor avance, pues por momentos siguen los enfrentamientos entre las diferentes bancadas, esta vez por el adelanto de elecciones. Todavía no se llega a un consenso en torno a la necesidad de llevar adelante al país sobre los intereses personales.
De igual forma, en el sector educativo a las justas se logró cerrar el año escolar. Hasta el momento no hay más propuestas para el retorno a las labores en marzo próximo con las garantías sanitarias para el alumnado.
Finalmente, en el aspecto social las protestas no han cesado y siguen afectando el desarrollo de la vida en el país. En muchos casos se ha dañado propiedad pública y privada, sembrando además el miedo entre la ciudadanía. Esperemos que luego de este primer mes, la mandataria logre encontrar soluciones para que el Perú pueda alcanzar un mayor desarrollo ante la crisis.