Resulta preocupante que recién ahora el alcalde de Arequipa manifieste interés por conformar el equipo encargado de elaborar el expediente técnico del nuevo relleno sanitario, cuando la urgencia de esta infraestructura ha sido evidente desde el inicio de su gestión. ¿Por qué esperar tanto tiempo para tomar acción sobre un tema que afecta directamente la salud pública, el medio ambiente y la calidad de vida de miles de arequipeños?
La ciudad lleva años enfrentando serias deficiencias en la gestión de residuos sólidos. El actual relleno sanitario de Quebrada Honda está al borde del colapso, y las consecuencias de no contar con una alternativa adecuada son graves: proliferación de focos infecciosos, contaminación de suelos y aguas, y un impacto negativo en la imagen de Arequipa como ciudad moderna y sostenible. ¿Acaso el alcalde no fue informado desde el primer día sobre esta situación crítica?
La conformación de un equipo técnico no debería ser una reacción tardía, sino una prioridad estratégica. La improvisación y la demora en la toma de decisiones revelan una falta de planificación que pone en entredicho el compromiso de la autoridad municipal con el bienestar de la población. ¿Cuántos meses más se perderán en trámites y diagnósticos cuando lo que se necesita es acción concreta?
Es momento de exigir responsabilidad y transparencia. La ciudadanía merece saber por qué no se actuó antes, qué criterios se usarán para seleccionar al equipo técnico, y cómo se garantizará que el nuevo relleno sanitario cumpla con estándares ambientales y técnicos adecuados. Arequipa no puede seguir esperando mientras sus residuos se acumulan y sus autoridades titubean.