Desde Sedapar ya advirtieron sobre posibles consecuencias ante la sequía ocasionada por el fenómeno El Niño. Eventualmente la empresa del agua potable comenzaría con la racionalización del servicio. El principio es simple: si no hay suficiente líquido elemento, entonces no se podría satisfacer la demanda de la ciudadanía, por lo que no se tendría el abastecimiento normal.
Esta solo es una de las posibles secuelas que puede dejar este evento climatológico. De acuerdo a las estimaciones de especialistas del Senamhi, la llegada del fenómeno El Niño traería lluvias intensas acompañadas de inundaciones al norte del Perú. Mientras tanto, la zona sur tendría sequía, lo que llevaría a escasez del recurso hídrico.
Con este escenario, nuestras autoridades deberían ponerse más alertas, pues la falta de agua es algo muy crítico en cualquier grupo poblacional. Si no se cuenta con el suficiente líquido elemento no se tiene insumo para actividades básicas para la subsistencia como la agricultura, la higiene y la preparación de alimentos. Ni qué decir de actividades extractivas y comerciales que también dependen de un adecuado abastecimiento de agua potable.
Ya hemos visto cómo otras regiones se vieron afectadas por episodios de sequía y ello no ayuda al desarrollo. Recordemos también que el Niño ya fue advertido desde hace varios meses. Solamente se deben adoptar medidas de prevención ante el embate de la naturaleza y en ello todos jugamos un papel importante.
Ya se dieron los primeros campanazos de alerta por parte de instituciones como Sedapar. Está en manos de las demás autoridades adoptar las estrategias necesarias para que la población en general sufra lo menos posible. Si no se llega a buen puerto, pues nos estaremos lamentando como ya ocurrió en anteriores años. Es decir, ello significaría que no hemos aprendido la lección.