Este viernes culmina la primera legislatura del período parlamentario 2022 – 2023 del Congreso de la República. Todo hace indicar, si es que no ocurre algo milagroso de por medio, que pasará sin pena ni gloria para perjuicio de todo el país.
La recta final de este período estuvo caracterizada por los debates en torno al adelanto de elecciones generales. El barco congresal se mantuvo en el vaivén de la incertidumbre pues, tras una primera votación favorable, nunca hubo acuerdo para la segunda y definitiva elección que permita adelantar los comicios al 2023.
En este último día de la legislatura existen algunos “manotazos” de ahogado que buscarían, precisamente, lograr la milagrosa segunda votación. Sin embargo, toda parece quedar en intenciones y todo hace indicar que se cumpliría la premisa de bancadas como Renovación Popular de quedarse en sus escaños cumpliendo sus respectivos períodos.
Así culmina además una nueva semana en el país. En el Ejecutivo las cosas tampoco tienen una base sólida. La presidenta Dina Boluarte se reunión con líderes de las principales fuerzas políticas del Perú. Con ello la mandataria busca el respaldo político necesario para gobernar y a la vez impulsar los objetivos propuestos al denominarse gobierno de transición. La idea del actual Ejecutivo es apoyar el adelanto de elecciones para este año. Sin embargo, la tarea no es fácil considerando que al frente se tiene a un Congreso que no da su brazo a torcer y, en muchos casos, prioriza los intereses personales por encima de aquellos de la patria.
El poblador de a pie sigue perjudicado por la inestabilidad que impide avanzar como debería hacerlo. Esperemos que por fin acabe esta pesadilla y podamos crecer ante las dificultades.
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