El Perú ha llegado a un punto de quiebre. La inseguridad ya o es solo una preocupación de los barrios más peligrosos, sino una sombra que acecha a todos, sin distinción. Este viernes 21 de marzo, miles de personas se congregaron en Lima y regiones para exigir medidas urgentes ante la ola criminal que tiene al país en vilo.
Entre ellos, destacaron figuras del espectáculo como Leslie Shaw, Daniela Darcourt, Mauricio Mesones, Jhovan Tomasevich, José Quiroga y Christian Yaipén, quienes, además de su fama, comparten un temor real: el de no saber si volverán sanos y salvos a casa tras cada presentación.
La imagen más impactante de la jornada fue, sin duda, la de Leslie Shaw con chaleco antibalas. ¿Qué mensaje más claro se puede enviar sobre la crisis de seguridad? “Hoy la música está de luto y mi corazón duele”, escribió la artista tras el asesinato de Paul Flores. Su presencia en la marcha simboliza lo que muchos sienten: el miedo ha dejado de ser una sensación y se ha convertido en una certeza diaria. Daniela Darcourt, por su parte, no solo alzó la voz, sino que también enfrentó las críticas por un comunicado confuso previo a la movilización. “Nos salió mal y pedimos disculpas por ello”, dijo, dejando en claro que, más allá de la polémica, el objetivo es uno solo: vivir sin miedo.
Los músicos presentes coincidieron en su indignación. Jhovan Tomasevich denunció la desconexión de los políticos: “Estaban seguros de que ya no iban a haber marchas, pero aquí estamos”. Mauricio Mesones reveló haber sido víctima de la delincuencia y exigió un cambio radical. José Quiroga, de Agua Marina, fue tajante: “Los músicos salimos con miedo”. Y Christian Yaipén, con la angustia de quien solo quiere trabajar en paz, expresó: “No se puede salir a trabajar. Queremos que esto pare”.
¿Quién podrá seguir ignorando el clamor popular cuando incluso los artistas, con su influencia y alcance, temen por sus vidas? La marcha por la paz fue una advertencia: el Perú ya no aguanta más.
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