Se anuncia una paralización en Lima ante el avance de la criminalidad traducida en la extorsión y sicariato. Hemos llegado a estos extremos ante las diversas afectaciones en las actividades productivas ocasionadas por el ataque de la delincuencia y la poca efectividad que tienen las acciones del Gobierno.
Desde el Ejecutivo exhortaron a quienes apoyen esta manifestación a respetar a aquellos que quieren de todas maneras trabajar y estudiar. La premisa es que la protesta contra la delincuencia no afecte al resto, que nadie salga lastimado. Además, se advirtió que no se utilice el argumento de otros reclamos contra el Ejecutivo.
Ante las críticas por la situación originada por la delincuencia, desde el Ejecutivo trataron de defenderse señalando que todos los días hay detenidos y por ello están luchando contra la criminalidad.
Sin embargo, el hecho es contundente cuando se observan ataques criminales en todo tipo de negocios y hay víctimas inocentes de por medio cuyas familias reclaman justicia frente a las pérdidas.
Desde el Ministerio del Interior señalaron además que se están adjuntando otros puntos en el pliego de reclamos. En ese camino anunciaron que se mantienen las acciones de vigilancia. Ojalá que estas medidas tengan mejor efectividad, pues las anteriores no funcionaron del todo ocasionando que la delincuencia avance sin mayor control.
Esperamos que no haya más paros. Lo que necesitamos es que el país no pare y por lo tanto el Ejecutivo debe tener a la mano los recursos necesarios para proteger a los ciudadanos y evitar que los ciudadanos recurran a paralizaciones para expresar su molestia contra la criminalidad.