Las preguntas que nos hacemos todos los días, al comenzar nuestro trabajo periodístico, siguen siendo las mismas, desde hace lustros: ¿ quiénes nos representan? ¿ por qué los políticos que, equivocadamente, la ciudadanía elige en la ingenua creencia que van a cumplir lo prometido, hoy nos desafían con su innegable pretensión de perpetuarse en el poder y silenciar al periodismo independiente?.
Hemos empezado la semana con violencia brutal; crueles asesinatos a mineros, en La Libertad; región donde el gobernador es un personaje que más le interesa colocar en puestos innecesarios a sus militantes, en demostración que su partido cogobierna y que puede hacer y deshacer en el Poder Ejecutivo, como si fuese una empresa más de su propiedad.
Mientras buscan en el extranjero al supuesto criminal, quien salió de manera tan natural por el aeropuerto, como cualquier ciudadano; aquí dentro de nuestro país, la inseguridad desbordante, ya no puede ser controlada por el gobierno. En estas circunstancias el Ministerio de Economía, argumenta que la presidenta de la república debe recibir un aumento de remuneración; dizque proporcional a su jerarquía.
¿El trabajo que realiza la presidenta, aun siendo relativamente legal, amerita que obtenga más del 50 % de aumento? ¿ Es oportuno este anuncio, luego de haberse escuchado las declaraciones del médico de la clínica en la que la mandataria, fue intervenida quirúrgicamente para resolver problemas de salud y, adicionalmente, para fines totalmente estéticos?
Lo más preocupante de esta situación, son los tambores de guerra que se escuchan desde el parlamento y que tienen eco en el Ejecutivo. Se trata de amedrentamientos y hostigamientos, a los periodistas independientes, especializados en investigación, cada vez con mayor insistencia, con el perverso objetivo de silenciarlos. La población tiene el derecho de ser bien informada.
En caso cumplan los legisladores con aprobar leyes en perjuicio de la libertad de opinión e información, es muy probable que la imperfecta democracia, que aún nos permite ejercer, con relativa libertad, el ejercicio periodístico, se resquebraje tanto que, al final, solo tendremos un gobierno totalitario y dictador. Cierro este comentario, con la clásica pregunta: ¿ qué habremos hecho los peruanos, para merecer estos políticos?