La atención del gobierno de Dina Boluarte apunta a la denominada ‘Toma de Lima’ este miércoles 19 de julio. Tanto quienes están a favor y en contra esbozan una serie de argumentos a la par que implementan acciones para consolidar su posición ante la sociedad.
Quienes rechazan la jornada de protesta convocada para este miércoles señalan que la violencia se hará presente porque la manifestación apunta a una venganza por la reclusión de Pedro Castillo.
Otros críticos señalan que existen intereses oscuros detrás de la denominada ‘Toma de Lima’ que apuntan a seguir desestabilizando al actual Gobierno. Desde el Ejecutivo y el Legislativo se agotan los medios para evitar problemas durante la manifestación.
En los últimos días fuimos testigos de reuniones, pronunciamientos, conferencias y demás que promueven la no violencia. Incluso el sábado 15 de julio se dio una marcha por la paz con la participación de diferentes sectores. De igual forma, los gremios empresariales y emprendedores tampoco están de acuerdo con la protesta pues sus sectores ya fueron afectados gravemente y recién se recuperan de la crisis económica.
Por el otro lado, tenemos a quienes a través de esta manifestación muestran su descontento con el actual Gobierno y el Congreso. Prueba de esta posición se ve en las encuestas difundidas las últimas semanas. Los índices de desaprobación bordean el 90 % y la tendencia se mantiene.
Lo único cierto es que, mientras siguen las propuestas a favor y en contra de las protestas, dos cosas no deben darse: inestabilidad y violencia. Por el contrario son más necesarias otras dos características para que nuestro país salga adelante: respeto y diálogo.