Con mucha pompa y solemnidad, la presidenta Dina Boluarte entregó oficialmente un avión que servirá para las labores de la Policía Nacional del Perú (PNP). De igual manera, en regiones como Tacna se refuerza la seguridad ciudadana con la compra de patrulleros como respaldo logístico.
Estas acciones son destacables, pues permiten apoyar el trabajo de la Policía en la lucha contra la delincuencia. Sin embargo, a la par con estos avances, no se debe dejar de lado el aspecto legal y administrativo para ayudar a nuestros efectivos policiales.
Por ejemplo, se resalta el pedido del extitular del Consejo de Ministros, Alberto Otárola, quien solicitó fortalecer la defensa legal de los efectivos denunciados por diversos actos cometidos durante su función. En muchos casos se trató de policías que solamente cumplían su labor acabando con delincuentes que amenazaban nuestra sociedad. Sin embargo, aparecieron allegados que presentaron denuncias exponiendo a los miembros del cuerpo policial a condenas que amenazan acabar con su carrera.
De la misma manera, tenemos a los efectivos policiales que son atacados por personas inescrupulosas y acaban con lesiones de todo tipo. Muchas veces, el sistema de salud policial no cuenta con las suficientes herramientas inmediatas para atenderlos y, por lo tanto, los expone también al peligro.
Hemos citado solamente dos ejemplos de insuficiente protección a nuestra policía. El Gobierno, además de trabajar en el aspecto tecnológico y logístico, también debe fortalecer la atención a estos sectores con la finalidad de evitar que se vean desprotegidos ante malas personas que solo buscan dañar la imagen y reputación de quienes se encargan de resguardar el orden en la sociedad.
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