En la década de los 60 del siglo pasado, inculcaron en el pensamiento de algunos jóvenes universitarios y profesores, instaurar en Perú un sistema de gobierno socialista como Cuba.
Se inició un fuerte adoctrinamiento en las aulas universitarias, que solo se contuvo por la presencia del partido Aprista, que tenía en sus locales partidarios escuelas de formación.
Las luchas por ganar las dirigencias universitarias fue dura; las disputas se resolvían a golpes y hasta con uso de armas de fuego.
Por esa época los profesores eran bien remunerados, pero con el paso del tiempo sus sueldos pasaron a ser menores y se dio la necesidad de crear un gremio, así nació el Sindicato Unitario de Trabajadores en la Educación del Perú (Sutep), bajo la batuta del líder sutepista Horacio Zeballos, miembro del Partido Comunista del Perú “Patria Roja”.
Todos los profesores se afiliaron y este sindicato, aparte de lograr reivindicaciones de trabajo, fue usado como un centro de adoctrinamiento comunista.
Años después este gremio se dividió para crear otros más radicales, incluso con vínculos con terroristas de Sendero Luminoso.
Lo grave y censurable es que miles de profesores adoctrinados están inculcando en sus alumnos ideologías comunistas, de odio al sistema económico actual, de lucha de clases, de ideología de género y de reivindicación a los terroristas de los años 80. Un ejemplo es Puno, donde escolares desplegaron pancartas contra al presidenta Boluarte, la PNP y militares durante los desfiles de Fiestas Patrias.
Señores profesores, no envenenen a los escolares con ideologías que no han funcionado en ningún país. Por ejemplo, Cuba y Venezuela. Dedíquense a cumplir la currícula del Ministerio de Educación.
Un llamado a los padres de familia para que conversen con sus hijos y denuncien a estos perniciosos activistas políticos.