Tacna volvió a vibrar con la intensidad única de la Copa Perú. Después de mucho tiempo, la fiebre de los octavos de final inundó la frontera, con el choque entre EGC Tacna Heroica y Unión Santo Domingo de Amazonas como el plato fuerte. Un duelo entre los extremos del país que prometía emociones a flor de piel y una lucha encarnizada por el pase a la siguiente ronda y en la que tuve el privilegio de ser testigo de excepción.
La expectativa era palpable en cada rincón de la ciudad. Desde la madrugada, hinchas de todas las edades hacían fila para asegurar su lugar en el histórico estadio Jorge Basadre. La emoción era contagiosa y la sensación de revivir las glorias del pasado inundaba el ambiente. La fiebre de la Copa Perú había vuelto a encender el corazón de los tacneños
La organización del evento demostró un gran compromiso, desplegando una logística impecable para garantizar una jornada inolvidable. Los voluntarios, identificados con los colores del equipo local, trabajaron incansablemente para atender a los miles de aficionados.
El árbitro Espinoza dio el pitazo inicial y la batalla comenzó. Los jugadores, cual gladiadores en un coliseo moderno, se entregaron en cuerpo y alma a cada jugada. El partido fue un ida y vuelta constante, con el equipo local presionando insistentemente en busca del gol y el visitante defendiendo con uñas y dientes su arco. Finalmente, en un final de infarto, el equipo local encontró el gol que los llevó a la tanda de penales, donde se definiría el clasificado.
La definición por penales puso a prueba los corazones de todos los presentes. Los jugadores, con la responsabilidad de definir el futuro de su equipo, se enfrentaron a un momento de máxima tensión. Los hinchas, con la mirada fija en el punto penal, vivieron cada disparo como si fuera el último. La alegría desbordante de los locales al escuchar el pitazo final fue contagiosa. El estadio se convirtió en un mar de banderas y cánticos, celebrando el triunfo que acerca al equipo a su objetivo. Ahora en cuartos de final y quién sabe si hasta el título, para su ascenso a la órbita profesional.