Siempre se anunció con bombos y platillos: el puente Ernesto Gunter, la vía esencial para unir el Cercado con Jacobo Hunter y José Luis Bustamante y Rivero, debía estar listo antes de la convención minera Perumin. Aquella fecha era el punto de honor de la gestión municipal, el compromiso que demostraría eficiencia y respeto por los arequipeños.
Pasó Perumin y el puente ni siquiera rozó la inauguración. Entonces el alcalde improvisó un nuevo plazo: ayer jueves 25 de septiembre, “la obra estaría abierta al tránsito”. Llegó el jueves, los vehículos siguieron sorteando las vías cerradas. Hoy, viernes 26, las barreras siguen en pie y la capa de polvo más gruesa que nunca.
Algunos medios deslizaron esperanza: una apertura el 9 de octubre. ¿Por qué seguimos aceptando fechas sin certezas? ¿Cómo confiar en un cronograma que se redacta bajo presión mediática y desaparece ante el primer obstáculo? Cada nueva promesa incumplida se traduce en horas de embotellamiento, en costos extra para las familias y en seguridad comprometida en rutas alternas.
No basta con titulares optimistas ni fotografías falsas de avance. Arequipa exige transparencia: queremos ver cronogramas oficiales, auditorías del gasto y resultados palpables. El puente Ernesto Gunter no puede ser un juguete en manos del político de turno, sino la infraestructura que libere a tres distritos del caos diario.
Alcalde, devuelva la credibilidad. Presente un informe detallado y real. Diga por qué, tras Perumin, tras el 25, seguimos sin ni un solo carril habilitado. ¿Cuál es el nuevo plan de acción? ¿Cuáles son las garantías de que el 9 de octubre no será otro espejismo?
La ciudadanía está harta de promesas vacías. No pedimos favores, exigimos derechos: movilidad segura, vías terminadas y autoridades que cumplan. El puente Ernesto Gunter debe abrirse, pero sobre todo debe recuperarse la confianza de Arequipa.
El arequipeño vigila y seguirá exigiendo resultados.