Aunque desde el Congreso no quieren impulsar el adelanto de elecciones y menos una Asamblea Constituyente, lo que está confirmado es que ya se conocen los partidos políticos que tendrían chance de participar en un proceso electoral.
De acuerdo a los registros electorales, 16 agrupaciones ya están habilitadas para competir. Se espera que este número crezca pues otros partidos están en plenos trámites de inscripción. Lamentablemente, con estos números, estamos asistiendo a un escenario altamente atomizado en cuanto a oferta política, nuevamente habrá cantidad y no calidad de perfiles ideales para ser nuestros gobernantes.
En las últimas décadas de nuestra vida política, la cantidad e agrupaciones en competencia incrementó exponencialmente. Podemos decir que esto no ha permitido que maduremos políticamente pues le damos tantas opciones al ciudadano de a pie que por desidia termina eligiendo sin conocer a su candidato.
Bajo esta premisa podríamos recibir un eventual adelanto de elecciones que viene impulsando un sector importante del país. Si vemos con detenimiento, el escenario posterior no sería de los mejores. Claro está que se necesitan reformas urgentes, no solo en el aparato electoral, sino también en todo el sistema político del Perú. Sin embargo, ello no solo abarca a los comicios sino también a hechos tan importantes como la cantidad de oferta política que recibe el ciudadano.
En ese contexto se necesita que evaluemos lo que más conviene al país y en lo posible nuestra clase política puedan alcanzar consensos necesarios para aglutinar más esfuerzos y presentar propuestas más detalladas y preparadas con el respaldo de grandes sectores.
De lo contrario seguiremos viendo elecciones con 20, 22, 24 o más agrupaciones y con un desorden propio de un país al que todavía le falta madurar.
.jpg)
.jpg)
.jpg)
