El debate se volvió a encender con la situación de Majes Siguas II y la posibilidad que nuevamente se entrampe el proyecto ante diferencias entre el Consejo y el Gobierno Regional, además del Ejecutivo nacional. Así llegamos a un nuevo capítulo de proyectos que llevan años entrampados por diversos motivos y sin la posibilidad de concretarse.
Bajo este criterio resulta lamentable que todos estos años se siga hablando de los mismos proyectos sin éxito. Lo peor, resulta que no se habla de nuevas obras de envergadura que también podrían beneficiar a la sociedad.
Sin embargo, lo que sucede con proyectos como Majes Siguas II, Corío, Iruro, y otros nombres resulta muy preocupante. Aunque existen esfuerzos por llevarlos adelante y todo hace indicar que llegarían a buen puerto, siempre aparecen retrasos que impiden verlos realidad al 100% para ayudar a la ciudadanía a salir de la crisis.
Con ello, sumado al hecho que no se propongan más proyectos nos demuestra que el Estado tiene mucho camino por recorrer como administrador e impulsor de crecimiento. Solo así podemos explicar que no exista la posibilidad de crecimiento en los últimos años y que los recursos que son entregados a diferentes dependencias en su mayor parte terminen solo en las planillas.
Aunque nos dicen que no debemos perder el optimismo para que el Estado se preocupe más en implementar más proyectos para el país, lo cierto es que necesitamos un mayor impulso. Esperemos que esta realidad cambie y que en los próximos años se hable de más obras de importancia para la región y para la sociedad en general.