Un aniversario más, pareciera que la historia se repite, somos un país golpeado por nosotros mismos, la falta de amor e identidad nos esta cobrando una factura muy fuerte que lo tienen que pagar nuestras generaciones futuras, seguimos sin aprender las lecciones y pareciera que estamos en una zona de confort donde la división es la característica fundamental de nuestra sociedad.
La corrupción sigue avanzando cada día más, es un enemigo difícil de vencer porque responde a intereses políticos de grupos que verdaderamente no sienten nada por el Perú, es muy triste ver las actuaciones políticas de nuestros líderes que no tienen una visión de país, solo se dedican a repartirse los bienes que son de todos, generando una sociedad injusta y no equitativa, donde no existen oportunidades especialmente para los más jóvenes.
Todos nuestros expresidentes están manchados por la corrupción y falta de ética, ello no debe hacernos sentir orgullo, por el contrario debería llenarnos de vergüenza por lo que hicimos, ya que muchas veces elegimos por emociones y engaños a los cuales nos sometemos, no queremos entender que los cambios no se dan por un grupo de personas con ideologías obsoletas que solo conducen al engaño y sometimiento, los verdaderos cambios se dan cuando tomemos otra actitud, aprendiendo a controlar nuestras emociones y reflexionando sobre lo que necesitamos.
Una conciencia cívica es lo que nos falta, aquella que nos permita visualizar y analizar lo que significa nuestro país, estamos acostumbrados a ser un país de tercer mundo, clasificarnos apenas a un mundial de fútbol, no apoyar a los otros deportes, consumir mala información, no valorar nuestra cultura y no luchar por una educación de calidad.
Las Fiestas Patrias deben significar una profunda reflexión que nos permite solucionar problemas no de forma temporal sino definitiva, debemos dar oportunidad a nuevos lideres en forma general, en la parte política y social, dejar de lado aquellos que durante muchos años solo se dedican a engañar con diferentes disfraces especialmente el de dirigentes sociales, rescatemos nuestra identidad y cultura, somos descendientes de uno de los imperios mas maravillosos del mundo donde primo la justicia, el trabajo y el orden moral, ya no permitamos más engaños y en las próximas Fiestas Patrias celebremos nuestros logros mediante la unidad y desarrollo.