Opinión

“No hay que perder la capacidad de asombro”

post-img
DIARIO VIRAL

DIARIO VIRAL
[email protected]

Hace casi dos décadas, como subdirector de un diario, dirigía una “escuelita” para los mejores alumnos de periodismo de las universidades locales. Siempre comenzaba mis charlas con la misma frase: “No hay que perder la capacidad de asombro”.

Hoy, esa exigencia es mayor. El mundo se ha convertido en un pañuelo. La información fluye a velocidades fulminantes con el apoyo de una tecnología que nos satura. En este escenario, la capacidad de asombro es un bien escaso, casi inexistente, aunque esencial para el desarrollo humano.

Esa capacidad de maravillarnos ante lo desconocido, lo bello o lo inesperado se desvanece. El asombro es esa reacción emocional que brota cuando nos enfrentamos a lo extraordinario, lo nuevo o lo sorprendente. Y está desapareciendo.

El paso de los años y la sobreexposición a los estímulos nos vuelven indiferentes o escépticos. El exceso de información y la repetición constante de noticias, sumados al consumo indiscriminado de entretenimiento, erosionan nuestra capacidad de sorprendernos.

Albert Einstein lo resumió con una frase contundente: “Quien ha perdido la capacidad de asombrarse está muerto”. El asombro es motor del aprendizaje, la creatividad y la innovación.

Nos impulsa a buscar conocimiento y se vincula con la felicidad y el bienestar emocional. Hoy, sin embargo, casi nada nos emociona. Como dice el tango Cambalache, “todo es igual, nada es mejor”. La homogenización nos ha llevado a una “igualdad vacía”, donde nada destaca ni tiene un valor especial. Vivimos anestesiados. Y eso es un problema.

Pero, podemos resistir. Recuperar el asombro es un acto de rebeldía y un camino hacia una vida plena. Desconectarnos de la tecnología y redescubrir la naturaleza puede ser un primer paso. 

Buscar nuevas experiencias, observar con atención, aprender algo nuevo, escuchar sin prejuicios, interactuar con niños, releer un libro que marcó nuestra vida o, simplemente, respirar hondo y detenernos un instante, pueden ayudarnos a recuperar la capacidad de asombro.

Hace años, pedía a mis alumnos recorrer las dos primeras cuadras de la calle Mercaderes, pero observando los segundos pisos. El ejercicio era revelador. Querido lector, anímate a hacerlo. Quizás asombrarte de nuevo esté a solo una mirada de distancia.

author-img_1

Diario Viral

Redacción

Somos una multiplataforma digital. Desde Arequipa, te ofrecemos las mejores noticias locales, nacionales e internacionales. Somos los creadores del primer diario digital gratuito de la Ciudad Blanca.

Articulos Relacionados